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Cómo traducir tecnicismos jurídicos en una historia coherente y persuasiva para el tribunal

  • Foto del escritor: Francisco Javier Gaytán Cruz
    Francisco Javier Gaytán Cruz
  • 3 jun
  • 1 Min. de lectura
Equipo de abogados
Equipo de abogados

El juicio oral no se gana con tecnicismos. Se gana con claridad. Con rigor. Y sobre todo, con una narrativa que haga sentido desde lo humano, lo probatorio y lo jurídico.


Muchos abogados cometen el error de pensar que el expediente habla por sí solo. Que basta con enunciar hechos, citar artículos o exponer jurisprudencias para que la verdad emerja. No es así. En sala, quien no sabe contar su caso, lo pierde.


Pero no se trata de adornar. Se trata de traducir. De convertir conceptos complejos en una línea de pensamiento comprensible, ordenada y precisa, sin perder el fondo legal. Traducir no es simplificar. Es hacer inteligible lo esencial.

La narrativa jurídica eficaz no confunde. No exagera. No manipula. Explica. Conecta. Convence. Y sobre todo, conduce al juez —sin distraerlo— hasta la conclusión que el derecho respalda.

En Gaytán Legal®, esta traducción empieza desde la teoría del caso. Antes del juicio, el expediente se desmenuza, se cuestiona y se vuelve a armar como historia. Una historia lógica, legal, y probada. No hablamos de cuentos. Hablamos de coherencia.


Quien domina la técnica, pero no sabe explicarla, se convierte en su propio obstáculo.


El reto no es saber Derecho. Es saber usarlo para que otros —que también saben Derecho— lo entiendan, lo crean y lo sostengan en su sentencia.

 
 
 

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