Retos actuales en la atención a víctimas de violencia
- Francisco Javier Gaytán Cruz
- 22 sept
- 1 Min. de lectura

Uno de los mayores desafíos en el ámbito jurídico y forense es reconocer que la violencia no siempre es evidente. Mientras los golpes y las agresiones físicas dejan huellas claras, existen otras formas de abuso —psicológico, económico, de control o manipulación— que pueden pasar desapercibidas incluso para quienes las padecen.
Muchas víctimas tardan en identificar estas conductas como violencia porque se presentan de manera gradual, disfrazadas de “cuidado” o “protección”. Este retraso en el reconocimiento no solo dificulta la denuncia, sino que retrasa la posibilidad de acceder a medidas de protección y justicia oportunas.
Ante este panorama, el trabajo aislado ya no es suficiente. La atención a víctimas requiere de una respuesta multidisciplinaria:
Abogados penalistas, para garantizar que la estrategia jurídica proteja de inmediato a la persona afectada.
Psicólogos y peritos forenses, que documenten los impactos emocionales y conductuales como prueba técnica.
Investigadores especializados, capaces de reconstruir patrones de control y recabar evidencias que no siempre son visibles.
En los retos actuales en la atención a víctimas de violencia, el reto está en tejer estas miradas en un mismo enfoque, donde la empatía y el rigor técnico se combinen para ofrecer protección real. Comprender y atender la violencia invisible no es solo una obligación legal: es un compromiso ético con la dignidad y la vida de las personas.
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